Una vez transcurrido este tiempo, ¡la probabilidad de que dejemos definitivamente de depender del cigarrillo se multiplica por 20!, según un estudio elaborado por Sanitas y el University College de Londres. ¿No crees que merece la pena intentarlo?
¿Por qué 28 días?
Muchos expertos coinciden en que repetir un mismo hábito o rutina durante un periodo de tiempo que oscile entre los 21 y 28 días sería suficiente para adoptarlo en nuestro día a día. Es decir, seguir esta simple recomendación va a hacer que consigamos cualquier objetivo que nos propongamos: desde hacer más deporte, seguir una dieta más equilibrada o, como te proponemos en esta ocasión, abandonar el mal hábito del tabaco.
La clave del éxito está en trabajar nuestra fuerza de voluntad y ser capaces de resistir el impulso de fumar. Sigue los consejos que te damos para lograrlo y haz propio el dicho de “año nuevo; vida nueva”.
- ¡Hoy lo dejo! Elige a conciencia el día en el que vas a comenzar tu reto. Es muy importante que la fecha que marques en el calendario para dejar de fumar no esté condicionada por ningún acontecimiento estresante o evento social como un cumpleaños, una boda… Tómate tu tiempo para estar listo para empezar. Eso sí, una vez lo hagas, sé consciente de que no hay marcha atrás. Si aún tienes tabaco, tíralo.
- Establece un objetivo y recuérdalo siempre que las ganas de volver a fumar aparezcan. Tal vez, quieras mejorar tu salud, hacer feliz a las personas que tienes al lado o emprender un estilo de vida más saludable. No olvides nunca cuál ha sido la decisión que te ha llevado a intentar abandonar el tabaco.
- Prepárate para encontrarte con situaciones complicadas y aprende a sobrellevarlas. Puede que el tabaco siga formando parte de tu día a día a través de amigos, familiares, compañeros de trabajo… Trata de alejarte de ellos cuando fumen y prepara una respuesta para cuando te ofrezcan un cigarro. ¡Mientras tanto puedes aprovechar para leer un periódico o tomarte una infusión!
- Sustituye el cigarro por un snack saludable. Toma la costumbre de tomar una fruta o un piscolabis sano a la hora en la que solías salir a fumar el cigarro. Una ayuda es beber mucha agua, cuando las ganas de fumar sean fuertes.
- Piensa como un no fumador. La clave del éxito está en verse como alguien que no se plantea fumar, que ya no planifica su día a día en función de si tiene que pasar por el estanco a comprar más tabaco. Al revés, potencia la sensación de bienestar que estás experimentando desde que no fumas: te sientes mejor, tienes mejor aspecto, a tu alrededor todo huele mejor… ¡y encima ahorras más!
- Toda ayuda es poca. No vamos a engañarte: las primeras cuatro semanas van a ser duras por la dependencia a la nicotina que el cuerpo ha creado. Los mareos, el hambre voraz, las ganas de fumar… Aguanta hasta el final del reto y verás cómo terminan por desaparecer. Para ayudarte en el camino, puedes descargarte la app ‘Sanitas Dejar de Fumar’ para smartphones con recomendaciones para superar el síndrome de abstinencia, una calculadora para saber cuánto te ahorras por cada cigarrillo que no te fumas y ejercicios de relajación para rebajar el nivel de ansiedad.